Los rebeldes prorrusos arrebatan un cuartel a la Guardia Nacional ucraniana en Lugansk

Los rebeldes prorrusos han arrebatado un cuartel a la Guardia Nacional ucraniana en la ciudad de Lugansk. Según Kiev, los insurgentes tomaron las instalaciones tras un intenso tiroteo que concluyó cuando los militares se quedaron sin municiones. Medios rusos replican que la unidad se rindió y los rebeldes dejaron marcharse a los soldados tras arrebatarles las armas.

Este bofetón al Ejército ucraniano, que está en plena ofensiva para recuperar el control del territorio, tiene como telón de fondo la polémica sobre el bombardeo que sufrió el lunes el edificio del Gobierno separatista de Lugansk, en el que murieron ocho civiles. Los rebeldes afirman que fue atacado por aviones ucranianos, Kiev replica que fue un misil antiaéreo lanzado por los propios milicianos. Los observadores de la OSCE solo pudieron constatar que había sido atacado desde el aire con un artefacto no teledirigido.

El cruce de acusaciones y desmentidos se reproduce en el parte de bajas: Ucrania asegura que han muerto más de 300 rebeldes en las últimas 24 horas en Slaviansk y alrededores. Los insurgentes lo niegan y añaden que ha habido más bajas del lado ucraniano que del suyo.