Las consecuencias personales de la crisis

  • hace 5 años
La desesperación de no tener empleo tiene muchas consecuencias económicas, pero también personales. Según la investigadora social de Cruz Roja Susana Guede la falta de trabajo puede provocar un descuido de la imagen y la higiene personal, poca ilusión y poca  vida social. Además pueden experimentar sentimientos de rabia y frustración y perder la confianza en uno mismo, en los demás y en la sociedad. Se puede llegar, incluso, a enfermar. No llegar a fin de mes es la mayor fuente de conflictos. Son los casos de Miguel Ernesto o Aurora. Miguel tiene 55 años y es guardia de seguridad, pero lleva cinco años en paro y reconoce que todo le sienta mal. Esta nervioso y llega a cabrearse con los vecinos y la familia. Como él, muchas personas están desilusionadas con esta situación. Aurora, por ejemplo, tiene que acoger a dos hijas y tres nietos. Ángel es pensionista, pero sufre la tristeza de su hijo.

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